Pieza teatral de Jesús Campos
García que se sirve de un único actor para representar la confusión del ser
humano provocada por la tecnología. Monólogo teatral de Jesús Campos García
estrenado en la VII
‘Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos’, celebrada en Alicante el
año 2000.
Por los méritos de esta obra, le fue concedido el Premio Nacional de
Literatura Dramática en 2001.
La obra pretende ser una metáfora del cerebro y de la confusión del ser
humano consigo mismo y con el mundo que lo envuelve. Por ello, el único actor
que aparece en escena está rodeado de 75 metros de cable y está acompañado por un
gran número de artilugios tecnológicos que lo sumergen en la confusión que
pretende sugerir Campos. Más que un monólogo se trata de un diálogo entre el
protagonista y sus antagonistas; los ausentes, personajes del pasado o incluso
con él mismo.
Jesús Campos es Premio Tirso de Molina, Premio
Hellín de Teatro Breve, Premio Ciudad de Alcorcón, Premio Castilla-La Mancha de
Teatro, Premio Eulalia Asenjo (Real Academia Española), Premio Guipúzcoa
(Diputación Foral de Guipúzcoa), Premio Lope de Vega, Premio Borne, Premio Lérida,
Premio Ciudad de Palencia y Premio Ciudad de Teruel.