Buero Vallejo ha sabido igualar vida y pensamiento, conducta y prédica. De su lucidez y de su ejemplaridad, de su trabajo, ha surgido el teatro de más altura, tensión y trascendencia de la posguerra española. Como ha sabido demostrar con Historia de una escalera, hito en la recuperación teatral de España.
Antonio Buero Vallejo nació en Guadalajara en 1916 y murió en Madrid en 2000. En 1933 ingresó en la Escuela de Bellas Artes de Madrid, pero su vocación pictórica fue cortada por la guerra civil de 1936-1939. Dedicado a la soledad, al pensamiento y a la lectura durante muchos años, afloró su vena dramática para bien de las letras españolas. Introvertido y de poderosa inteligencia, Buero Vallejo es un magnífico lector, alerta y profundo, a cuya curiosidad nada es ajeno. Su tema y problema es el de la desvalida criatura humana en un tiempo crítico: el hombre en busca de la libertad por caminos de conocimiento y amor. Buero Vallejo ha sabido igualar vida y pensamiento, conducta y prédica. De su lucidez y de su ejemplaridad, de su trabajo, ha surgido el teatro de más altura, tensión y trascendencia de la posguerra española. Con Historia de una escalera, hito en la recuperación teatral de España, ganó en 1949 el premio Lope de Vega. En 1972 ingresó en la Real Academia Española. En 1986 recibió el premio Cervantes y en 1996 en Nacional de las Letras, siendo la primera vez que este premio se concede a un autor exclusivamente dramático.